Los integrantes del Taller de Bordados de la Hermandad del Buen Fin inician un nuevo curso tras el parón inesperado causado por la pandemia que aún nos azota. Para ello, un hermano, médico especialista en medicina preventiva y salud pública, ha elaborado un minucioso protocolo de seguridad para poder retomar la actividad minimizando cualquier riesgo. En el mismo, se determina que “En función de la naturaleza de las actividades y los mecanismos de transmisión del Coronavirus SARS-CoV-2, podemos establecer la actividad del Taller de Bordados como de BAJA POSIBILIDAD DE EXPOSICIÓN”. Entre las medidas adoptadas, destanca el distanciamiento de cada persona de 1,5m en su perímetro, el frecuente lavado de manos, o el uso contínuo de mascarillas homologadas.
Para dar cumplimiento a dicho protocolo, se han tomado las medidas oportunas, entre ellas, el distanciamiento de las mesas de trabajo, o la reducción de personas trabajando sobre el bastidor en el que se encuentra montado el futuro faldón, lo cual supondrá un pequeño retraso en su finalización, dado que hay que reducir el número de manos que pueden trabajar simultaneamente.
Adaptándose a las nuevas circunstancias, y dado que varios integrantes se encuentran por edad dentro del grupo de personas de riesgo, se ha habilitado la opción de poder bordar en casa las piezas en vez de acudir a la casa hermandad, permitiéndoles continuar colaborarando sin tener que acudir físicamente.
Sánchez de los Reyes ha acudido al taller de bordados para realizar un seguimiento de los faldones que diseñase en 2018, inspirándose en los dibujos de Gómez Millán para el paso de palio, como base, luego reelaborando y reinterpretando una obra del mismo año que el palio y ejecutado por el mismo taller y diseñador; el telón y la embocadura del Teatro Coliseo España, bordado sobre terciopelo y damasco en la técnica del repostero».
Son ya quince los integrantes que forman parte de dicho proyecto, con sus puertas abiertas a cualquier hermano o devoto que quiera aprender y colaborar con la Hermandad, al que acuden cada martes y jueves de 17:30 a 20:30. Porque como ellos lo denominan, más que un taller de bordado, son una gran familia.
Todo ello, está dirigido por la maestra del Taller, Dña. Eva Díaz Melero, que cuenta con más de treinta años de expeciencia en el taller de José Ramón Paleteiro, junto a su madre quien fuera maestra del mismo, cargo que en 2016 legó a Eva. Díaz Melero llegó al Buen Fin en 2005, siendo este el período de mayor calidad en la producción, dada su amplia experiencia y su implicación en cada una de las obras ejecutadas.