Mes de Mayo, Mes de María.
El Mes de María se reza en mayo, en el llamado “mes de las flores”, que se llama así, porque con la llegada del buen tiempo y tras las lluvias invernales, el campo y los jardines comienzan a cubrirse de un verde intenso y de los colores y aromas de las flores. Es el apogeo de la primavera. Y así, desde la edad media se consagró el «mes de las flores» a la Virgen María para rendir culto a las virtudes y bellezas de la Madre de Dios. La primera noticia clara que se tiene de la consagración del mes de mayo a la Virgen, viene de Alfonso X, el Sabio, rey de España, en el siglo XIII. Este rey cantaba en sus Cantigas de Santa María los loores de mayo en honor de la Virgen Santísima.
DECÁLOGO MARIANO PARA EL MES DE MAYO
Di que “sí” en las cuestiones donde veas clara una llamada a tu servicio y generosidad. «Quien siembra tacañamente, tacañamente recogerá». El “SÍ” de María se prolonga y se hace real, allá donde hay gente de bien que sabe responder afirmativamente a las causas nobles.
Ponte en camino, como María. No te quedes cerrado y conforme con tus dificultades. Es bueno saber que, no muy lejos, siempre hay alguien que espera tu llegada.
Fíate de Dios. No te dejes arrastrar por la crítica ambiental sobre la iglesia. María vivió de espaldas a toda murmuración. Fue fiel al Señor
Allá donde estés (reuniones, convocatorias, trabajo, colegio, etc.) procura ser reflexivo. Medita, como María, las decisiones que vayas a tomar. En los temas, especialmente delicados, tómate tu tiempo. Es bueno hablarlo con Dios.
Si ves que, en donde te desenvuelves, falta el vino de la alegría, del optimismo o de la ilusión, procura –como María- poner tu grano de arena para que, en medio de la insipidez, ayudes a recuperar el sentido de la fiesta.
Trata, como María, con delicadeza a los que te rodean. Sé respetuoso. Uno recoge aquello que siembra.
No te parezca un imposible el ser cristiano. No lo escondas en tus ambientes. A María, al principio, también le resultaba difícil entender los planes de Dios.
Como María, en las Bodas de Caná, haz lo posible para que –en situaciones de inquietud- todo pueda volver a la normalidad. A veces, una palabra a tiempo, vale más que cien mil fuera de lugar.
Si sabes de alguna persona que sufre, no lo dudes, acércate a ella. María no lo dudó ni un solo instante: Jesús subió a la cruz pero, Ella, estuvo a los pies del madero.
Cuando sientas que, la fama de alguien está en peligro, escapa de esas situaciones y no las alimentes. María, con José, supo marchar hacia Egipto antes de que la maldad se adueñara de un Niño inocente.
SALUDO DE SAN FRANCISCO A LA VIRGEN MARÍA
Salve, Señora, santa Reina,
santa Madre de Dios, María.
Virgen hecha iglesia,
elegida por el santísimo Padre del cielo,
a la cual consagró con su santísimo Hijo amado
y el Espíritu Santo Paráclito.
En ti estuvo y está toda la plenitud de la gracia y todo bien.
Salve, palacio suyo; salve, tabernáculo suyo;
salve, casa suya. Salve, vestidura suya;
salve, esclava suya; salve, Madre suya;
y todas vosotras, santas virtudes,
sois infundidas por la gracia
e iluminación del Espíritu Santo
en los corazones de los fieles,
para que de infieles hagáis fieles a Dios.