Levantemos los ojos y miremos a Jesús, causa de nuestra salvación. Contemplemos a nuestro Señor colgado de la cruz. ¿Hay algo más querido que la vida para el hombre? La vida del cuerpo es el alma y la vida del alma es Cristo. Tu vida está colgada delante de ti, para que te mires en ella como en un espejo. Podrás conocer tus heridas, las que no han sido curadas con ninguna medicina sino con la sangre del Hijo de Dios. Si miras bien, por ahí podrás conocer cuánta es tu dignidad, cuánta tu excelencia, viendo el precio de tu rescate. En ninguna parte puede el hombre comprender la propia dignidad mejor que en el espejo de la cruz, el cual te muestra a ti mismo.
(San Antonio. Sermón de la Pasión de Cristo)
El mes de junio la Familia Franciscana lo dedica a San Antonio de Padua, santo titular de nuestra Iglesia y de de nuestra Hermandad. Son incontables las personas que, durante todo el año, se acercan al altar de San Antonio para orar, pedir, suplicar y agradecer. Gentes que te cuentan los favores del santo; hombres y mujeres que saben que San Antonio es buen compañero de camino en las dificultades; lágrimas que se escapan ante las adversidades de la vida y que son derramadas ante San Antonio.
El 13 de junio constataremos que San Antonio mueve los corazones de muchísima gente sencilla, los preferidos del Señor. La procesión viene a ser como el reconocimiento de la protección continua que el mejor Paduano vierte sobre sus fieles. Que San Antonio, nuestro portugués que vivió su tránsito al Padre en la ciudad de Padua siga protegiendo a nuestra Hermandad y a nuestro barrio.
; Rvdo. P. Fray Manuel Domínguez Lama. O.F.M.
Director Espiritual de la Hermandad.